Historia del mal: Representación de los personajes en Historietas malignas de Clemente Palma
Estimados amigos, comparto el breve texto leído durante la presentación de Historia del mal: Representación de los personajes en Historietas malignas de Clemente Palma del crítico sanmarquino Moisés Sánchez Franco en el marco del III Congreso Internacional de Literatura Fantástica el pasado 27 de octubre Libro polémico como habrá de apreciar quien se acerque a él.
Historia del mal: Representación de los personajes en Historietas malignas de Clemente Palma de Moisés Sánchez
Franco (Lima, Agalma, 2016) se suma a la serie de trabajos críticos, de diverso
aliento, que han explorado, de acá a una
parte, la obra Clemente Palma. Producto de una tesis de licenciatura, el libro
de Sánchez Franco, crítico literario y docente sanmarquino, resulta un momento
fundacional en el estudio de este autor, consuetudinaria e injustamente
asociado a una lectura que se enfoca en aspectos evidentes de su obra (su
carácter fantástico, modernista, gótico, entre otros). El crítico sanmarquino
ofrece una visión a contracorriente de la mayoría de dichas lecturas, pues, a
través del estudio de Historietas
Malignas, parte de la relación que,
en el marco de la reflexión literaria peruana, ha dado siempre buenos frutos:
el diálogo constante entre la serie literaria y la serie social; en otra
palabras, la relación literatura y sociedad; vínculo que se entiende
complementario a las lecturas anteriores, ciertamente; demostrando, además, el
carácter plural, en cuanto a géneros y temas, de la obra palmiana. En ese
sentido, la investigación emprendida tiene como objetivo “develar las
oscilaciones del sujeto oligarca y los motivos de su decadencia, así como
entender cómo era asimilada o rechazada en las altas esferas sociales peruanas
el proceso de modernización que vivía el mundo” (16) a partir del conjunto de
relatos Historietas Malignas.
Para
ello, en principio, se revisa, en el capítulo I “La crítica alrededor de la
narrativa de Clemente Palma”, los estudios previos sobre la narrativa de C.
Palma. Sánchez Franco sistematiza estas lecturas y establece un diálogo
pormenorizado discutiendo ideas, refutándolas y, la mayoría de las veces,
estableciendo las limitaciones de las mismas. Este capítulo, resulta una
muestra clara de la labor crítica del autor, pues se discuten, entre otras, las
lecturas biografistas, los enfoques parciales de una obra que debe ser
considerada total, así como las aproximaciones que han sido más entusiastas que
sistemáticas. Y se reconocen, por supuesto, los aportes de los estudios que han
permitido comprender el objeto de estudio.
En
el segundo capítulo, “Análisis de Historietas
Malignas”, como se desprende del título, analiza las diversas narraciones
que conforman el libro de Palma (“Mors ex vita”, “El hombre del cigarrillo”,
“La aventura del hombre que no nació”,
“En el carretón”) para demostrar que al autor no escribió fuera de su
tiempo. Dicho análisis se detiene en las relaciones simbólicas, casi alegóricas
por momentos, que los espacios, personajes y acciones establecen con el
trasfondo histórico-social, rara vez mencionado y, para Sánchez Franco,
constantemente presente. Relación fluida que se soporta en una lectura intertextual
con la obra de C. Palma, así como una serie de referentes de las letras
universales. En tal sentido, los diversos análisis mantienen, por momentos,
relaciones comparatistas con la tradición literaria europea y norteamericana.
No obstante, la lectura del crítico sanmarquino realiza, por momentos, interpretaciones
arriesgadas no del todo demostrables, desde nuestro punto de vista, en la obra,
más allá del carácter polisémico de esta.(Verbigracia, la representación social
que involucra el diablo en “El hombre…” o la analogía entre las tías de “Mors
ex…” y la trinidad cristiana). De otro lado, las lecturas comparatistas que realiza,
en ocasiones, parecen quedar sueltas en el conjunto, sino del análisis, sí del
ejercicio interpretativo, pues no redundan exactamente en el mismo, sino que
solo establecen similitudes entre una obra y otra. (Por ejemplo, la recurrencia
a obras de E. A. Poe y de Villiers de L´Isle Adam) Acotaciones, por cierto, que
no restan valor a este libro fundacional, que, como todo libro de crítica, debe
propiciar el debate y someterse al mismo. Un libro, a todas luces, necesario.
Jorge Terán Morveli
Universidad Nacional Mayor de San Marcos