sábado, 29 de septiembre de 2012

Un libro sobre Arguedas, una deuda que comienza a ser saldada



Neorrealismo y transculturacion en El Sexto. Un discurso de la insolidaridad

Dante Ramírez la Torre

Lima, UNMSM & Hipocampo Editores, 2011, 132 pp.

 

      Amigos, comparto un texto leído para la presentación del libro de Dante Ramírez la Torre sobre una de las novelas menos asesiada del amauta Arguedas, El Sexto. Libro que tuve el placer de presentar en la FIL - Lima del año pasado. Reseña que se publicó en la revista Letras Vol. 82 N° 117. 

 


       El Sexto, ciertamente, es una de las novelas menos estudiada de J.M. Arguedas. Con la salvedad claro que decir que es la menos estudiada implica cuando menos una veintena de artículos sobre ella, además de capítulos dedicados a su inserción al interior del total de la narrativa del Amauta. Bastaría recordar las investigaciones de Rowe, Lienhard, Escajadillo, Cornejo Polar, etc. sobre el escritor andahuaylino. Sin embargo, todavía, hasta el momento, hasta este momento para ser específicos y explícitos, no habíamos tenido, no habíamos enfrentado la totalidad de un texto orgánico dedicado a El Sexto. La investigación de Dante Ramírez la Torre, producto de su tesis de licenciatura en literatura en la UNMSM, llega a instalar la primera piedra en el saldo de esta deuda de la crítica peruana que ha considerado, en su mayoría, a esta novela como marginal en el proyecto de la narrativa arguediana. Cuando menciono que es la primera piedra me refiero a que, como todo texto, El Sexto amerita múltiples lecturas, y esta, la de Ramírez la Torre, se constituye en la primera y, en tal sentido, sienta las bases sobre las que se habrá de discutir la novela en mención. Lo cual habrá de convertir a esta investigación, a este libro, como todo texto crítico debe ser, en un texto primero para ser saludado y, en seguida, para ser polemizado. Habremos de saludar y celebrar en esta ocasión la publicación, la salida al mundo académico de Neorrealismo y transculturación en El Sexto. Un discurso de la Insolidaridad.
Ramírez abordará la novela desde dos categorías: la mestización (incluyendo la idea del sujeto migrante) y la transculturación. Estas van a permitir comprender el mundo representado en consonancia con los nuevos escenarios establecidos y la identificación de nuevas ideologías. Tal perspectiva repara en la importancia del mestizaje en Arguedas y su complementación con el fenómeno más complejo de la transculturación. Además, de estas, en la construcción de los hilos del relato a través de la poética neorrealista reside la peculiaridad de El Sexto. A partir de estas entradas, sobre todo aunque no exclusivamente, irá demostrando la hipótesis que articula su investigación: “El mestizaje propuesto en la novela El Sexto, a manera de un crisol cultural, se constituye en la forma de mantener los valores y la tradición andina antes de ser absorbidos por la cambiante modernidad”
Esta investigación se habrá de desarrollar en cuatro capítulos: El primero “El Sexto: una aproximación a la crítica”, Ramírez repara en la serie de fenómenos que han afectado al referente arguediano, conllevando al cambio en el mundo representado, lo que deriva en el desplazamiento del indio al mestizo en el escenario moderno capitalino. Tal desplazamiento, tal superación del indigenismo, va a articular, a través de diversas maneras de entenderlo, las lecturas sobre El Sexto, de modo tal que se pueden diferencias las lecturas que parten de una crítica pro-indigenista, la del discurso del mestizaje o la que se detiene en el carácter hiperbólico del mundo representado, amén de otras lecturas mucho más recientes que, en realidad, retoman, desarrollan o reformulan muchas de las entradas anteriores. La aproximación de Ramírez opta por “ver a través de Arguedas (a partir del texto) lo popular ligado a la modernidad, el mestizaje y la complejidad de lo urbano, para comprender que lo indio, lo andino era solo una categoría de transformación y que su permanencia cultural (ya no tangible) se da a partir del mestizaje”. En el capitulo 2 “Arguedas, el neorrealismo y la novela de la prisión. Una construcción de la insolidaridad en El Sexto”, menciona el autor la evolución del discurso de la novelística arguediana “desde un indigenismo utópico, de reivindicación, hacia un sincretismo propio del mestizaje transculturador”. Tales cambios, explican o se logran, justamente, a través de la cancelación del realismo decimonónico y la asunción de un neorrealismo más acorde con el carácter marginal del personaje en el espacio representado de la prisión. Así, la denuncia de la insolidaridad sólo es posible desde este cambio en los aparatos técnicos de la narrativa y las implicancias no sólo representacionales sino ideológicas que aparejan, basado en su fuerte contenido social. En el tercer capítulo “Neorrealismo y marginalidad. Una construcción de la sociedad en decadencia”, establece dos tópicos que constituyen un eje articulador paralelo entre la cárcel y la sociedad peruana: 1) el tópico de la corrupción y 2) el  tópico de la lucha y la represión. Será a través del análisis de la novela en este y el siguiente capítulo cuando se demostrará la hipótesis. Finalmente, el capítulo cuarto “El Sexto, el horror carcelario o la metáfora de la sociedad peruana”, trasciende la mirada negativa sobre el sujeto mestizo, pues este se apertura como la vía para la comprensión de la nación. “Por ello, es castrante especular que la cultura primigenia podrá sobrevivir inmune a los nuevos procesos, en cambio, Arguedas entiende y promueve que el mestizo y la mestización son los elementos para que esa cultura sobreviva en las tradiciones (en el entendimiento de formar una idea de nación mestiza, cosa que no formula a toda la nación peruana”, puesto que la sociedad en debate en la novela, en el microcosmos representado, es la misma sociedad peruana.
Así, para concluir, el libro de Dante Ramírez Neorrealismo y transculturación en El Sexto. Un discurso de la insolidaridad se convierte, como se mencionó al comienzo de esta reseña, no sólo en el primero sobre esta aparentemente insular novela de Arguedas, sino en una aproximación sobria hacia el total de su obra desde el estudio de un texto en particular. Continúa, además, la lectura íntegra del fenómeno literario peruano, arguediano, a través de la consideración de la lectura desde la relación literatura sociedad que tan buenos frutos ha dado a la crítica literaria peruana y que ha contribuido a pensar y repensar no sólo nuestra literatura sino nuestra sociedad, a contracorriente, quizá, de las modas contemporáneas que apuestan por la lectura del átomo y el estudio del fragmento, que apuestan por el individuo sin comprenderlo en su existencia social. Este libro se suma, así, y rinde homenaje, al maestro José María en el contexto de su Centenario, ofreciendo una lectura primera, saldando una vieja deuda que a todos nos alcanza.

 Jorge Terán Morveli
Universidad Nacional Mayor de San Marcos

viernes, 29 de junio de 2012

La muerte se sueña sola de Paul Asto Valdez



La muerte se sueña sola

Paul Asto Valdez
Lima, Vivirsinenterarse, 2012

   Estimados ciber-lectores comparto, en este mi primer post, el comentario de la contraportada escrita para el buen libro de cuentos del buen Paul Asto.




Escribir sobre la muerte cuando se tiene como horizonte el final sorpresivo se inscribe dentro de la estructura narrativa clásica presentación-nudo-desenlace. Es decir, narrar sobre la muerte suele ser, además de un tópico recurrente, un reto para todo escritor. ¿Cómo trascender la mera resolución portentosa? En La muerte se sueña sola, conjunto de cuentos escritos por Paul Asto Valdez, nos encontramos ante una inteligente forma de superar –a través de una narración funcional que acompasa las historias inmersas en ella– este lugar común. Aquí la narración nos permite, nos obliga a detenernos en el proceso que conlleva a la muerte, de tal manera que el lector acompaña los tortuosos recorridos que los angustiados y ansiosos protagonistas realizan a lo largo de sus historias personales. Lo que interesa es el conflicto, la herida, la necesidad de los personajes por hermanarse con la muerte, por ser capaces de otorgarla como única salida a las aporías y/o entropías que sus vidas significan.

Los personajes parecen buscarle un sentido a la muerte. O, más, exactamente han convertido a la muerte misma en el sentido final de todos sus derroteros. Liberadora. Amorosa. Vengativa. El placer no de morir sino de dar la muerte, de demostrarse a sí mismos, a través del viaje de otros, que si existe desdicha y azar en la vida, no lo existe en la muerte. Que esta no es sino la consecuencia necesaria para afrontar la existencia. Consecuencia de los sueños, los pasados, del amor, de los afectos maternos, de la venganza. A través de los relatos de La muerte se sueña sola el lector podrá sentir y entender la muerte como producto ineludible de las pasiones humanas, en muchos casos el fin deseado, el reencuentro con o la única forma de atisbar algo de felicidad, la única forma de expulsar el mal a través de una limpieza no solo moral sino física: la venganza. Aquí, la muerte es siempre una vía de reencuentro con lo que se presume sino la felicidad, cuando menos, la tranquilidad, la paz, quizá, el amor.

Un hombre que sueña y que no puede escapar al sueño (“Yo también la quería”); una mujer que llora lágrimas dulces hasta inundar pueblos y lavar honras (“La hija de la lágrima”); un niño que vuela, como en sueños, y rescata la humanidad de sus congéneres (“Ícaro”); un hombre de pasado vacío que encuentra el amor en el otro mundo y se abandona a él (“El último paradero”), son algunos de los sueños y muertes que pueblan estas páginas. Un libro donde, aunque los personajes intenten evitarlo, la muerte siempre se sueña sola.


Jorge Terán Morveli
Universidad Nacional Mayor de San Marcos